miércoles, 11 de septiembre de 2024

"La clave", de ISAAC ASIMOV (continuación II)

 




"La clave", de ISAAC ASIMOV (continuación II)

En un no muy lejano futuro, en el que la Tierra se halla superpoblada y las potencias intentan seriamente la reducción de la población mediante restricciones a la natalidad, hay un grupo político extremista, llamado los “ultras”, que pretenden directamente la drástica reducción de la población mundial por métodos de selección artificial rayanos en las doctrinas nazis. Durante una expedición geológica –perdón, selenológica- a la Luna, es hallado un artefacto alienígena, que, activándose cuando la persona que lo sostiene se encuentra bajo una gran tensión emocional, ofrece la posibilidad de leer la mente de otras personas que se encuentren junto a ella. Durante una fuerte discusión entre los dos miembros de la expedición, Karl Jennings, de ideología moderada, pone en funcionamiento accidentalmente el aparato y descubre que su compañero, Strauss, es un ultra y que podría utilizar los aún desconocidos poderes del artefacto para los inicuos fines de su facción política. Por ello, tras un forcejeo en que resulta fatalmente herido, Jennings decide huir en un pequeño vehículo explorador y ocultar el codiciado aparato enterrándolo bajo el polvoriento suelo lunar. Posteriormente, con el último aliento, se aleja del lugar en una dirección aleatoria para no desvelar el lugar del ocultamiento. Cuando, más tarde, los equipos de rescate encuentran el cadáver de Jennings, este esconde, en su enguantada mano, un pequeño trozo de papel con lo que parece un mensaje cifrado: la clave.



   La segunda parte del relato contiene la conversación entre dos investigadores del Bureau de Inteligencia, que intentan desvelar el significado del mensaje, para poder hallar el objeto, ya que tras escuchar las conversaciones grabadas por lo que sería el equivalente a la “caja negra” de la nave lunar, deducen la finalidad de aquel. El mensaje es una especie de jeroglífico en el que se comprende la intención de señalar lugares de la Luna donde podría encontrarse el objeto. Así, el jefe Ashley, va desgranando ante su ayudante, Davenport, sus deducciones:                                                 

X Y2 , es decir X YY, podría referirse a Alfonso X el Sabio, ya que el nombre de la Y griega en inglés (wye, pronúnciese /wai/), en plural, suena igual que la palabra wise (sabio). Por ello, “X  Wise” (X el Sabio), nos indicaría el cráter Alphonsus, nombrado en honor de dicho rey que era, a su vez, astrónomo, entre otras muchas ocupaciones.

 

PC/2, podría ser algo relacionado con Ptolomeo, Copernico, o la mitad de ambos, lo cual podría referirse al punto intermedio entre ambos cráteres, como sugirió Davenport, o a un personaje que intentó conciliar las concepciones astronómicas de aquellos, es decir, Tycho Brahe, que también cuenta con un cráter en su honor. De esta manera, los agentes consiguen una lista de cráteres y una confusión fenomenal, ya que esto no les indica una solución al acertijo. Pero al observar la parte derecha del mensaje, Davenport tiene una revelación:

-Te diré lo que podríamos hacer –dice, entusiasmado, a su jefe.

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