-¡Veintinueve! He observado que últimamente la casa está
muy descuidada. No has arreglado el tejado y no has cambiado la tubería de
desagüe que te dije...
El robot inclinó la cabeza sobre su metálico pecho, en un
acto reflejo generado por su software para simular que estaba compungido por la
regañina de su dueño, el señor Mavosi.
-Lo siento, señor- dijo, aún cabizbajo.
El modelo R29 era la culminación de una gama de robots
multipropósito (técnicamente electrorrobots
o electrobots, ya que los modelos que
contenían fuentes de energía nuclear estaban prohibidos para uso comercial) cuya fuerza, destreza y versatilidad habían
colmado las expectativas de miles de ciudadanos que deseaban desentenderse de
las ingratas e interminables tareas domésticas que les restaban horas de
descanso tras sus agotadoras jornadas de trabajo. Por supuesto, un R29 podía
trabajar como minero en el cinturón de asteroides o como mecánico de exterior
en las Estaciones Espaciales. También eran muy útiles en la propia Tierra como
peones de construcción o vigilantes de seguridad. Pero de lo que no cabía duda
alguna es de que el mayor éxito de esta serie se había registrado en el ámbito
de los empleados de hogar. Un R29
podía limpiar, cocinar, planchar, hacer todo tipo de reparaciones domésticas y,
llegado el caso, podía realizar una reforma en la casa. El R29 tenía forma
humanoide aunque esto no hubiera sido necesario, pero era una manera de
transmitir confianza y familiaridad a sus dueños humanos, según la opinión de
los psicólogos de la W W Robotics.
Pero este R29, en concreto, había salido un poco raro.
Varios días después del primer incidente el 29 se dirigió a
su dueño cuando este llegaba a casa después del trabajo:
-Señor, quisiera
pedirle permiso para descargarme una actualización que he visto en el catálogo
de W W Robotics cuando me conecté por ultima vez a CASA-. CASA (HOME: Housework
Organisation and Management by Electrobots) era el ordenador que gobernaba la
domótica de la vivienda y al propio R29.-Es un OCR* de última generación para
poder leer texto impreso.
-¿Para qué quieres leer texto impreso?
Los robots venían dotados, de serie, con un scanner visual
que les permitía leer carteles y demás rótulos de advertencia y peligro para
que la eventual presencia de los mismos no entorpeciera sus tareas habituales,
pero nunca se consideró necesario que un robot leyera texto sobre papel, ya que
cualquier información podría suministrársele a través de cualquiera de sus puertos
de comunicaciones, por el simple expediente de conectarle un cable superUSB, o
incluso a través de conexiones inalámbricas como la que le mantenía en
comunicación con CASA.
Sin embargo,
algunos usuarios habían pedido a World Wide Robotics que desarrollara esta
capacidad, pues aún había personas que deseaban que sus robots de compañía
pudieran leerles libros, o incluso leer cuentos a los niños, ya que los libros
tradicionales aun eran muy apreciados por una gran parte de la población, como
era el caso del propio señor Mavosi, que disponía de una imponente biblioteca
en su hogar.
Veintinueve se había quedado en silencio con su ya habitual
postura cabizbaja.
Su dueño volvió a formular la pregunta: