domingo, 24 de noviembre de 2013

Liebster Blog Award

 
                                                      

Mi querida y admirada Ángeles ha tenido a bien incluir este modesto blog entre sus nominados para el premio Liebster Blog Award, una especie de reconocimiento entre blogueros por la labor desarrollada en sus respectivas bitácoras. Ella lo explica muy bien en esta entrada.
  Agradezco enormemente la mención, pero me veo incapaz de seguir la cadena de nominaciones, pues no sigo tantos blogs como para continuar la misma. No obstante, me resultará grato contestar el cuestionario propuesto. Así que, sin más preámbulos, ahí van las preguntas y mis respuestas:

1-¿Qué te impulsó a crear un blog?
Seguir el ejemplo de alguien muy cercano y en cuyo criterio confío ciegamente.

2-¿Qué te ha aportado el blog?
Uno se da cuenta de que puede sacar a la luz o pulir capacidades de las que a veces no somos conscientes, pero que están ahí. Te ayuda a conocerte, desde luego.

3-¿Qué libro estás leyendo ahora?
Ninguno en concreto. Actualmente me dedico a releer libros o tan solo pasajes de libros que en su momento me gustaron. También con idea de escribir artículos sobre ellos.

4-Si fueras un personaje de un libro, ¿quién te gustaría que fuera el autor?
Cualquiera de mis dioses del olimpo "cienciaficcioniano": Clarke, Asimov, Brown, Dick, Verne...

5-Si pudieras salir a cenar con un personaje literario, ¿cuál elegirías?
Lucas, de “Un tal Lucas”, de Julio Cortázar. Debe ser divertidísimo contando sus pequeñas tragedias cotidianas con ese lenguaje vivaz y al mismo tiempo exquisito.

6-¿Y con cuál no irías ni a la esquina?
Me temo que  serían muchos los que no quisieran ir ni a la esquina conmigo. Puedo llegar a ser bastante pelmazo.

7-¿Qué preferirías ser, un rey en un palacio sin libros o un pobre en un desván con libros?
Indudablemente, un rey. Una vez en el trono dictaría un decreto para crear una biblioteca decente en palacio.

8-Si pudieras viajar en el tiempo, ¿a qué época te gustaría ir?
Probablemente, al futuro. Un futuro a medio plazo -unos 200 años- en el que los problemas más acuciantes de la Humanidad estuvieran en vías de solución. O, de lo contrario, conocer las consecuencias de nuestros actos presentes.

9-¿Qué superpoder te gustaría tener?
Detener el tiempo. O ralentizarlo al menos. Me daría tiempo a hacer muchas cosas mientras la humanidad queda en stand by. También, viajar en el tiempo o ser un "jumper". Cualquiera de esas estaría bien...

10-¿Cuál es tu palabra favorita?
Hay muchas. Por citar alguna, diré "anticipación". Por su uso como sinónimo de "ciencia ficción". Ej: "novelas de anticipación", o "anticipación científica". También por su sentido de anticiparse, adelantarse a algo. Pero también por su sentido figurado de anticipar algo, imaginar como va a ser algo para tomar medidas al respecto o estar preparado. Ello indica que quien "anticipa" se encuentra alerta y tiene expectativa, viveza y perspicacia. Al margen de todo esto, es una palabra feucha pero de buen tamaño y sonoridad.

11-¿Qué es más importante, ver cosas nuevas o ver las mismas cosas con nuevos ojos?
Creo que lo verdaderamente importante es saber qué estamos viendo en cada momento.
……
  De nuevo, muchas gracias por la nominación y muchas gracias también a los que han leído esto hasta el final. Y perdón por citarme a mí mismo con algunos enlaces, pero es que no puedo evitarlo.
Gracias...

domingo, 10 de noviembre de 2013

Una casa en Marte



  

  Eugene Cernan (Comandante del Apolo 17) dijo algo así como "Yo estuve viviendo en la Luna...y tuve una casa en la Luna. Salíamos a trabajar y luego volvíamos a casa." Es cierto. Él y su compañero Harrison Jack Schmitt literalmente vivieron en la Luna pues completaron una estancia de tres días en el brillante satélite. Y cuando volvían de aquellas agotadoras excursiones geológicas en su coche lunar, cubiertos sus blancos trajes de astronauta de aquel negro hollín de regolito, cansados pero felices, divisaban a lo lejos su hogar, el pequeño módulo lunar, y sentían que llegaban a casa.



 Una casa de una sola habitación en la que comían y dormían (gracias a unas hamacas desplegables), sin ducha ni cocina (sólo un armario con toallitas húmedas y bolsas de conservas envasadas al vacío) pero con un enorme patio trasero constituido por todo un mundo polvoriento e inabarcable. Pues sí, hubo gente con casa en la Luna. Pero ahora viene algo mejor:

UNA CASA EN MARTE

  Ir a Marte... Es el segundo polo de atracción, después de la Luna,  para los soñadores -más o menos realistas- de la exploración del espacio.
  Pero ¿se puede ir a Marte? Sí, ya se puede. De hecho, para el 2017, la NASA dispondrá del nuevo vector SLS, que es como una versión moderna del legendario Saturno V. Más potente, más económico e incluso un poco más grande. De todas formas, no se podrá ir a Marte de un solo golpe, como cuando el viaje a la Luna. Harán falta numerosos lanzamientos. De hecho, todos los proyectos de viaje a Marte que se han ideado hasta la fecha tienen en común este punto. Lo primero es enviar, aunque resulte paradójico, el vehículo de vuelta, ya que el de desembarco no tendrá capacidad para elevarse desde la marciana superficie, una vez agotado su combustible  durante el viaje de ida y las maniobras de acercamiento y descenso. Habrá también que depositar en suelo marciano los módulos habitables, los almacenes de suministros y la maquinaria que los exploradores marcianos necesitarán durante su estancia. Incluso, algunos proyectos incluyen "aparcar" previamente en la órbita marciana la nave o naves de descenso para no tener que llevarla "a cuestas" durante todo el viaje desde la Tierra, diferenciando así la nave de crucero del módulo de descenso. En cualquier caso no serían necesarios tantos lanzamientos como los del viejo Proyecto Marte de Wernher Von Braun, que en 1950 soñó con 1000 lanzamientos de pequeños cohetes para construir en la órbita terrestre tres grandes cruceros interplanetarios que llevarían cada uno 70 personas más  un avión que, aterrizando en alguna remota planicie marciana, depositaría a aquellas suavemente en el planeta hermano.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La biblioteca oculta de Zöor (XII)



  -Hay algo que siempre me ha preocupado al respecto de este asunto y que no logro entender.
  Si se supone que estas obras son el producto de una civilización superior, futura o pasada, pero de una calidad intelectual mucho más evolucionada que la nuestra, ¿por qué se dedican a describir armas de destrucción masiva y formas de hacer la guerra o provocar la destrucción y el caos?
  Sería más lógico pensar que unos seres tan refinados habrían sido capaces de superar estas "debilidades" humanas. ¿O es que acaso soy un ingenuo utopista?
  Ulrichsen se encontraba plácidamente acomodado en una poltrona junto al estanque cercano a la pequeña casita de campo que el viejo Yaroslavski poseía en las afueras de Göttingen, en las colinas cercanas al Weser, a donde este se había retirado cuando abandonó su cátedra de la Universidad por causa de su ya maltrecho estado de salud. El viejo profesor, en su silla de ruedas dormitaba frente a aquel, aunque, de alguna manera, era capaz de seguir el hilo de la conversación. Esta fue la última vez que el joven Ulrichsen visitó a su maestro en la idílica paz de su retiro. La siguiente vez que lo vio fue en su lecho de muerte.
-Debes comprender, Helmut -contestó pausadamente el maestro, como saliendo de una ensoñación- que tu utopía no siempre se cumple. El hecho de que una sociedad o civilización haya evolucionado y superado las etapas de lo que podríamos llamar las épocas oscuras, no es garantía de un respeto absoluto hacia toda criatura, especie o mundo, si se sospecha algún tipo de amenaza hacia la propia estirpe. Pero, en el caso que nos ocupa, sí es así. La raza principal de nuestro universo, la generatriz de toda la progenie que puebla esta galaxia, según hemos podido descubrir con la lectura de algunos de los textos es, como tú piensas, un escalón superior que ha quedado por encima de las debilidades y bajas pasiones de humanidades como la nuestra, pequeño brote o ramificación de la raiz principal y aún pobre e imperfecta.