jueves, 11 de octubre de 2012

No era humano

  Una noche tranquila que se convierte en un infierno. Un día en el mundo que de pronto parece transfigurarse en una añeja película de serie B. He salido a la calle hace poco. Veo el suelo sembrado de cadáveres, limpios cadáveres sin señales de violencia. ¿Qué habrá pasado? No ha habido ni un ruido, ni un fogonazo. Oculto en las sombras de una esquina, oteo a mi alrededor. Veo a un desgraciado que corre en campo abierto, por el centro de la calle. Asombrado, veo como una especie de rayo, casi imperceptible en su brevedad, lo fulmina de un golpe y le hace caer. Otro muerto en el suelo. Miro al cielo: ¿Es un arma nueva de esos locos que quieren acabar con la Humanidad? ¿Son los marcianos? ¿Algún extraño bicho mutante? ¿El anunciado Dies Irae? Observo desde mi escondite a otros que como yo, han buscado refugio en las sombras. Al parecer la sombra es una buena defensa contra este singular ataque.
  Víctima de su propia tensión, una joven decide salir de su escondrijo y corre hacia un grupo de personas atrincheradas en un estrecho callejón. La chica corre todo lo que puede, parece que va a conseguirlo pero, en el último momento flaquea y reduce su carrera. En ese momento es alcanzada y, como los demás, cae fulminada. Parece que, a partir de cierta velocidad el rayo no puede alcanzarte y llego a la conclusión de que los primeros en caer fueron personas que caminaban tranquilamente sin sospechar el peligro que se avecinaba. Los que corrieron alcanzaron un refugio.

  Así pues, pensé, aun desconociendo el origen y la razón del ataque, ya conocemos, aunque sea de manera rudimentaria, las reglas del "juego": correr y ocultarse te mantiene con vida. La lentitud y la desprotección acaban contigo. Miré hacia atrás. La mejor opción era volver sobre mis pasos. Quizá fuera de esta zona no hubiera ataques. Quizá hubiera algo así como un frente de batalla y una retaguardia más o menos segura. Respiré profundamente y eché a correr como nunca había corrido.  Así estuve vagando casi toda la noche. Entre cadáveres y silencio. Entre ruinas humanas y desesperación. En algún momento me senté, recostado contra la pared, y debí quedarme dormido. Cuando desperté había amanecido. Oí rumores de actividad y traqueteo de máquinas. Salí, aún desconfiado, del escondrijo en que me hallaba y ví que por las calles principales unos operarios recogían los cadaveres y los depositaban en unos extraños vehículos. Bueno, pensé, ya ha pasado todo. Las autoridades se están ocupando de retirar a las víctimas. Me acerqué a uno de los trabajadores con intención de pedirle información sobre lo sucedido. Estaba agachado observando uno de los cadáveres. Cuando llamé su atención y levantó la vista hacia mí, lo comprendí todo, en un momento de consternación. No era humano.


Otros relatos publicados:
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Mis pensamientos
Un gato llamado leyendas de Marte
Deambulo por una calle

5 comentarios:

  1. La primera visión que se me ha venido a la cabeza al comenzar a leer el texto, ha sido la escena de la película La Guerra de los Mundos, en la que el rayo fulmina a las personas (aunque en dicha película no dejan cadáveres, sino polvo y ropa tirada).
    Perdona que esté comparando la película con tu texto que, seguro en tu mente, no cuadra para nada. Es como si dieras un final alternativo a la película; a los extraterrestres (humanoides), no les afectan nuestros virus ni bacterias y bajan para recoger los cadáveres que les servirán para regar con la sangre sus plantaciones. Lo único que no me cuadraría es el hecho de que el protagonista confunda a los humanoides con operarios, aunque sea desde lejos. Sería demasiado elaborado que los humanoides se hubiesen hecho con ropas de operario.

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    1. En este caso el rayo, la muerte, la aniquilación, no se sabe de dónde viene, no tiene un origen visible. Por ello, el narrador se pregunta al principio cuál es el causante del ataque. Al final, ve unos seres que recogen los cadáveres. No es que vayan con uniformes de limpieza. En realidad irían con extraños trajes protectores -como en las alertas biológicas o nucleares-, pero no pensé extenderme en detalles en un texto tan corto. Gracias por tus comentarios :)

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  2. Nuestro mundo amenazado por un enemigo inhumano en todos los sentidos: este tipo de historias me encantan. Me dan mucho miedo, pero me encantan, a lo mejor por eso mismo.

    Bueno, supongo que al prota no le pasó nada, puesto que está contando la historia. ¿O es una artimaña literaria, tipo "El crepúsculo de los dioses"? ¿Eh?

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    1. En realidad le puede pasar cualquier cosa: ¿Quién sabe si está escribiendo estas líneas en un horrible cautiverio en una máquina alienígena o a punto de morir tirado en una esquina. Luego alguien encuentra el manuscrito...Quizá sobrevive porque consigue huir. Pero creo que el desenlace más lógico sería este: los inhumanos saben que hay supervivientes; no pretenden matarlos a todos, el ataque es una demostración de fuerza. Colonizarán el planeta y sojuzgarán a la raza humana, a los que tratarán como esclavos...Es lo que se dice que pasaría en los casos de "civilización avanzada conoce a civilización primitiva". Pero bueno, esto es un texto cortito para eso, para que el lector imagine el desenlace que más le guste...Gracias por tus comentarios. :)

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    2. Pues mira, no se me habían ocurrido ni la mitad de las posibilidades que a ti, y lo del manuscrito redactado durante el cautiverio me ha encantado.

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