sábado, 9 de junio de 2012

Intro X

  -Otro de los males de vuestro mundo es el gregarismo.
  -¿Cómo..?
  X siempre era así. Soltaba sus dictámenes de forma sumaria, con un desprecio absoluto de la diplomacia o la amabilidad. De todas formas, interiormente agradecí que ya no hablara del "planetilla", sino del "mundo".
  -El gregarismo -continuó diciendo- es en realidad otro logro evolutivo en las especies débiles para tener una posibilidad de éxito. Los cardúmenes de peces se aprietan formando un gran cuerpo para dar la impresión de un único animal más grande, porque aquellos peces, individualmente, no tendrían escapatoria ante un depredador. Los rebaños de herbívoros se agrupan también con esa finalidad, pero además, con otro doble objetivo: protegen en el interior de la manada a los más jóvenes para darles una oportunidad de supervivencia y dejan en el exterior del rebaño a los más viejos, que son prescindibles. El depredador, aunque poderoso, también valora la economía del esfuerzo, y acepta ese ofrecimiento, permitiendo huir al resto del grupo. Pero llega un momento en que el gregarismo deja de tener sentido. En la evolución de las especies inteligentes, el gregarismo va desapareciendo, puesto que al lograr la supremacía gracias a la inteligencia, y por tanto, la victoria sobre el resto de especies, ya no es necesario mantener ese mecanismo de defensa. Se debe pasar por tanto, al siguiente stage: una sociedad igualitaria, con derechos comunes, en la que se protege a los débiles pero se valora la independencia de criterio.
  -Bueno, eso que dices, es más o menos la definición de sociedad democrática. Es lo que tenemos en muchos países...
  -Sí, pero no es suficiente -sentenció X-. La valoración que yo hago es global. Esa sociedad democrática debería ya estar implantada a nivel mundial desde hace tiempo. Y aún no lo habéis conseguido. De hecho, esa es una de las claves del atraso de vuestra sociedad, que se basa, precisamente, en el logro de riqueza a través del mantenimiento de esas desigualdades realmente pavorosas entre los distintos países. 
  Pero en cualquier caso, tu sociedad democrática tampoco funciona realmente como tal: sigue manteniendo el gregarismo como forma de dominación de la masa. A través del control del pensamiento por los medios habituales, como la publicidad, el arte subvencionado, los partidos políticos... se consigue, de manera sutil, que la gente desee seguir al rebaño, asistir a actos multitudinarios, seguir el pensamiento único, e incluso divertirse siguiendo las pautas dictadas por los dominadores de la economía mundial. 
  -Entonces -aventuré dubitativo-, eso explica el hecho de que a la gente le guste estar en sitios muy concurridos, codo con codo, y a los que no nos gustan las aglomeraciones nos miren como a bichos raros. 
  -Exactamente, esa es la idea. El individuo, generalmente, desea, e incluso necesita, -ojo-, no la compañía, sino la presencia de sus iguales, para sentirse arropado; aunque no se descarta que ello pueda generar conflictos o competencia por la supremacía en cada momento y lugar.
  -O sea, gregarismo en lugar de convivencia. 
  - Ahí le has dado.
  - Y mientras no superemos esta situación no saldremos de ...
A veces pienso que me estoy convirtiendo en un extraterrestre de una galaxia muy lejana.
CONTINUARÁ



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2 comentarios:

  1. ¡Pero qué listo el marcianito, y qué bien se explica, recosmos!
    Me parece estupendita esa diferenciación entre 'compañía' y 'presencia'. Es una de esas sutilezas que parecen obvias pero que no siempre captamos, y que, desde luego, no siempre sabemos poner en palabras.

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  2. Gracias por el comentario. Me congratula que estas lucubraciones retorcidas sean del agrado de alguien o, por lo menos, que se entienda más o menos lo que se quiere decir. Me anima lo que dices, cómo no, a seguir con la serie, y se me están ocurriendo ideas para ampliarla. Así que seguiré dando guerra con Don X.

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