En una galaxia muy lejana, no hace mucho tiempo, salió un señor a pasear y, tras deambular un rato por
su cuadrante espacial, se aventuró a visitar regiones inexploradas. E,
inopinadamente, llegó a las inmediaciones de un planetilla azul verdoso con
unos bonitos mechones blancos, que, desde la distancia, aunque insignificante,
parecía bonito e inmaculado. Craso error: al acercarse comprobó que estaba
lleno de inmundicia, contaminación, agujeros de ozono, radiactividad, mentira,
hipocresía, desvergüenza, miseria, políticos, mafiosos, delincuentes…En fin,
estuvo a punto de dar un rápido salto al hiperespacio para no pisar ese charco,
pero de pronto llegó a sus oídos una dulce melodía que le hizo pensar: “Bueno,
quizá no todo sea tan malo…”
¿Y tantas cosas caben en un planetilla insignificante?
ResponderEliminar